Las primeras parrandas vallenatas, junto con el vallenato se remontan al siglo XVIII; empezaron como reuniones entre amigos y familiares. Al llegar cada invitado, este se recibía con un fuerte abrazo, y debía llegar con las manos vacías, ya que no se aceptaba ninguna clase de aporte, a menos de que fuera un familiar del anfitrión; el trago y la comida la invitaban los organizadores de la parranda vallenata, que ofrecían por lo general whiskey y exquisitos platos típicos de la costa colombiana.
Bajo la sombra de un frondoso árbol había un conjunto típico de acordeón, caja y guacharaca, quienes interpretaban sus canciones, además los músicos eran el centro de atención, se consideraba una falta de respeto hablar e incluso bailar. En la parranda vallenata tradicional no solo se disfrutaba de la música, también se caracterizaba por las anécdotas y chistes que compartían los asistentes. Al final de cada parranda todos los asistentes salían con estómago y corazón llenos, después de compartir un momento entre familiares y amigos.
En la actualidad esta tradición se ha enfrentado a la modernidad, las parrandas ahora se celebran bajo una carpa con una gran tarima y luces para los músicos, y a veces hasta con mas 500 asistentes; algunos ya no la consideran una parranda si no un concierto. Sin embargo en la costa colombiana aún se realizan parrandas vallenatas conservando las más pura esencia de la tradición.
Fuente: Lina Robles, ElHeraldo.co